¿El Reto? Ponerse los pantalones largos

La coyuntura exige a todos, Tirios y Troyanos, ponernos los pantalones largos ante la crisis, madurando desde nuestra postura actual de expectantes, a reales actores en la superación de cualquier situación actual o futura

Por Psi. Cesar Yacsirk

Presidente Sociedad Venezolana de Psicología Positiva

Hace algunos años, una familia con tres hijos se encontraba en una coyuntura económica difícil. Santa Claus en esa oportunidad, le regaló un humilde instrumento musical a cada uno de ellos. Esto puede ser o no un buen regalo.  Sin embargo, ese fue un presente navideño por debajo de las expectativas de carritos, muñecas o robots esperados por ellos.

Estoy seguro que estos niños lloraron, se quejaron y despotricaron por esta afrenta de Santa. Tal comportamiento para un trío de críos era lo esperado. No obstante, la situación había cambiado y los “proveedores” del viejo pascuero no contaban con los medios suficientes para mejorar la oferta.

En la actualidad, las empresas están viviendo como cualquier familia los embates de la coyuntura económica, debiendo modificar muchos de sus planes y beneficios. No pocas organizaciones, por ejemplo, se han abocado a facilitar al trabajador alimentos básicos en las cestas navideñas (en lugar de licores, nueces o uvas pasas), motivado a la escasez de ciertos rubros.

Aunque usted no lo crea, no para todos ha sido recibida esta acción con beneplácito. De hecho, se registraron quejas sindicales y de personal supervisorio con no pocos seguidores.

Esto lleva a pensar en el nivel de madurez y entendimiento de la situación de algunas empresas y sus miembros. Ichak Adizes por los años 80 planteaba que las organizaciones poseen etapas similares a las etapas del ser humano, desde su nacimiento hasta su muerte tales como: niñez, adolescencia, madurez, senectud, etc.

No pretendo calificar el nivel de madurez del trabajador actual. Estimo simplemente que la actual situación, nos puede estar superando e indicando la necesidad de “ponernos los pantalones largos” y hacer crecer a todos sus miembros separándonos de un comportamiento que ya no corresponde.

Para nadie es un secreto que la legislación laboral local es considerada “paternal” y que en muchos casos, no permite que el trabajador asuma una posición madura ante las crisis.

Ponernos los “pantalones largos” implica varias cosas. En primer lugar, comunicar permanentemente y por diversos canales la situación en la cual se encuentra la organización. Presentar tanto las amenazas como las oportunidades, en ambas hay oportunidades de crecimiento. Incorporar a todos, independientemente a su rol o nivel organizacional. Recuerde que la comunicación informal es más rápida, poco veraz y en ocasiones no bien intencionada.

Igualmente es necesario, promover el sentimiento de pertenencia resaltando el “nosotros” en lugar de “ustedes”. Es un barco en el que todos estamos a bordo.

Es el momento de estimular la cercanía entre sus miembros, echando mano de nuestros recursos personales. Es hora de ponerse los pantalones largos.

 

 

 

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