Alta inflación e incertidumbre, pero también alta creatividad
Por Carlos Tejera
Póngase en los zapatos de un gerente venezolano. Él o ella está tratando de operar y planificar en uno de los entornos empresariales más retadores y más impredecibles del planeta. Escasean los indicadores oficiales, así que tiene que derivar sus propias premisas y proyecciones a partir de interacciones con sus pares, participación en cámaras y gremios, o simplemente usar su mejor estimado personal. Tiene que compensar, retener el talento en el contexto de una ley de trabajo que no estimula el empleo, y ante la imposibilidad de aumentar sueldos al ritmo de la inflación, con el impacto que significa esto para sus colaboradores. Los empleados se ven necesitados de pedir permisos y ausentarse del trabajo para hacer colas para buscar alimentos y productos de primer a necesidad, así que los gerentes tienen que hacer malabarismos para mantener productividad. Y la fuga de talento masivo del país (más de 1.6 millones venezolanos emigrados en los últimos 12 años, la mitad de los cuales con títulos universitarios) dificulta tremendamente la tarea de los departamentos de recursos humanos, y genera una lucha casi darwiniana por personal clave.
Súmele a esto las dificultades de obtener insumos, realizar inversiones y mantenimiento, y tratar de introducir nuevos productos, cuando se tiene limitado acceso a divisas y los precios están congelados o sujeto a aprobación gubernamental. Cada transporte de cargamento de productos claves requiere un permiso, y su destino es determinado por organismos oficiales, no por la gerencia de la empresa. Y como no mencionar la inflación, ese insidioso enemigo que si bien actualmente no es medido oficialmente, nuestros expertos lo ubican en exceso de 800% en los últimos 12 meses, y pronostican más de 1000% para el 2017.
Existen muchos más retos, y como se puede ver, el sector privado enfrenta una multitud de problemas muy serios. Pero las empresas en su inmensa mayoría continúan trabajando y produciendo contra viento y marea, proveyendo empleo, pagando impuestos, y en muchos casos haciendo responsabilidad social empresarial. Para apoyar a estos asediados, pero persistentes y resilientes gerentes, VenAmCham llevó a cabo su evento anual ¿Cómo Presupuestar?, con miras no solo a dar la oportunidad a que distinguidos oradores compartieran mejores prácticas y recomendaciones sobre cómo manejar un entorno como el nuestro, sino también a que los gerentes participantes compartieran sus expectativas a través de la detallada encuesta que llenaron.
Fueron muchos los consejos prácticos que se dieron. Se resaltó el rol estratégico de las gerencias de Recursos Humanos, y cómo tienen que desarrollar estrategias para retener y comprometer. Se presentaron las tendencias actuales en retención y compensación, resaltando los pagos en moneda dura, posgrados en el país, horarios flexibles, trabajos a distancia, y otras formas de compensación y apoyo no salariales. Se presentó el modelo VUCA, por sus siglas en ingles de Volatilidad, Incertidumbre, Complejidad y Ambigüedad, y se explicó el concepto de multinflación, que ocurre cuando en un mismo período de tiempo, en un país o en una economía, conviven empresas y/o sectores con niveles de inflación significativamente diferentes.
Asimismo se explicó por qué presupuestar en multinflación es diferente que hacerlo en alta inflación o hiperinflación, y como cada empresa debe calcular su propia inflación interna y actuar consecuentemente. Se hizo hincapié en por qué el flujo de caja es aún más clave que nunca, y que la distorsión cambiaria es un estímulo y oportunidad para exportaciones. Y se resaltó la necesidad de trabajar mucho en el clima organizacional.
Todos estos temas, y más, están a la disposición a través de nuestra Cámara, y creemos importante resaltar que el tema recurrente y la recomendación común en la mayoría de los discursos, sino todos, fue la necesidad de ser innovadores y flexibles, de ser capaces de pensar fuera de la caja. No menos que el gran experto en gerencia Peter Drucker dijo que para vencer gran incertidumbre es esencial generar soluciones creativas que transforman la situación que se enfrenta, y que para ello se requiere imaginación, que lleva a una nueva forma de percibir y comprender. Y es importante resaltar la innovación y creatividad que ha mostrado la gerencia privada venezolana, de la cual justamente se deben sentir orgullosos y que es reconocida por el resto del mundo.
Como se puede ver, la gerencia, los colaboradores y las empresas enfrentan múltiples retos. Quizás el peor de todos, pero también el que es potencialmente más fácil de reversar, es la actitud confrontacional que tiene gobierno venezolano hacia la empresa privada. Un gobierno electo para apoyar a todos los venezolanos, ha tomado el camino de antagonizar al sector que más podría influir en mejorar empleo, ingresos, productividad, abastecimiento y salud, entre muchos otros. Amenazas de expropiaciones y/o encarcelamiento, el ataque constante a la economía de mercados, acusaciones de guerra económica y explotación capitalista, confrontación con gremios representativos, y rechazo a tener diálogos e intercambios realmente productivos, son solo algunos de las acciones que han impactado a la empresa privada. Es por ello que cerramos haciendo un llamado a los sectores gubernamentales para que implementen la mejor herramienta que tienen a mano para combatir los problemas económicos de los venezolanos: apoyar al admirable y creativo sector empresarial privado para que produzca más y mejor.
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