A sus 75 años Hermo goza de una envidiable salud

Nacida como una pequeña charcutería familiar, la marca ha sabido mantenerse entre las dos principales referencias de los consumidores en los dos grandes nichos del mercado: jamones y salchichas

Por Jesús Hurtado 

De la vieja charcutería fundada por Moisés Müller y Julio Hermanny en 1940, poco queda más allá del nombre y el tesón de dos visionarios que con empeño y dedicación lograron convertir ese pequeño negocio familiar en una sólida empresa. Porque nadie duda que a sus 75 años, Industrias Alimenticias Hermo ha sabido colarse en el gusto de los venezolanos y consolidarse como de las marcas de mayor arraigo en el mercado nacional de embutidos.

“Estos 75 años son el fruto del gran esfuerzo de nuestros cerca de 800 empleados, y pese a las dificultades que enfrenta el país seguimos apostando por Venezuela”, afirma Russarky Moreno, coordinadora de Mercadeo de la empresa propietaria de las marcas Hermo, Hermo Kids y Premier, cuyo portafolio abarca una amplia variedad de productos de cerdo, pollo y pavo que buscan reforzar su presencia en un mercado altamente competido.

Nacida como una péquela venta de carnes y derivados, en 1963 Hermo (palabra que proviene de combinar los nombres de sus fundadores) decide dar un paso trascendental al inaugurar su propia planta de producción. Para ello se ubica un terreno en la retirada y cuasi rural población mirandina de Santa Teresa del Tuy, que con los años se convertirá en uno de los centros urbanos satélite de la capital.

En negocio prosperó y fue tal la importancia que adquirió que en 1996 llamó la atención del Grupo Nacional de Chocolates (hoy Grupo Nutresa), uno de los más importantes consorcios alimenticios colombianos, que adquiere 80% de participación accionaria de la compañía, pese a lo cual sigue siendo una empresa de raigambre 100% venezolana.

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