En tiempo de crisis…invertir en lo social es un buen negocio!

Cuando el entorno se pone cada vez más retador, cuando las empresas enfrentan problemas cada vez mayores y los recursos se ponen escasos, cuando los mercados se achican y las ventas se dificultan…ese es el momento en que las empresas más que nunca tienen que insistir en sus actividades de responsabilidad social empresarial

Por Carlos Tejera

Esto puede parecer completamente contra-intuitivo, y es entendible. Tomemos la situación actual en nuestro país: ¿cómo se puede justificar dedicar tiempo y recursos a la RSE, cuando se está luchando para contrarrestar los efectos de una inflación desatada. Cuando se hace cada vez más difícil operar frente a precios regulados y con los insumos escaseando y aumentando dramáticamente en sus costos. Cuando hay un acceso muy restringido a las divisas necesarias, y las leyes y regulaciones excesivas y mal implementadas están seriamente frenando la productividad?

Muchas empresas se pueden ver tentadas a cortar sus actividades de RSE cuando los presupuestos no se están cumpliendo, el flujo de caja se estrecha, y forzosamente hay que contemplar economías y eficiencias en la operación. Se preguntarán, ¿podemos realmente justificar estas actividades que podrían considerarse no medulares, cuando estamos luchando por sobrevivir?

La respuesta es que continuar y fortalecer la RSE es justificable, y mucho. La RSE no es un costo: es una inversión. Es medular. Y es de las inversiones más rentables y de más rápido retorno que se pueden hacer. No consiste simplemente en sacar recursos del bolsillo para donarlos a una causa, por noble que sea: esto es filantropía y es un comienzo, pero la RSE es mucho más que eso.

Es sistemáticamente canalizar las actividades de la empresa para que contribuya de manera sostenible a mejorar la sociedad que lo rodea, sin perder de vista la rentabilidad y la eficiente creación de productos o servicios para satisfacer a los clientes.

Opciones

¿Cómo lo pueden hacer eficazmente las empresas privadas en este entorno tan complicado y en una situación económica difícil? Dos formas saltan a la vista: a lo interno, para con los colaboradores de las empresas y sus familias, y a lo externo, con las comunidades.

Evidentemente hay muchos más cursos de acción, pero estas dos resaltan por su pertinencia y por la actual situación socioeconómica venezolana.

La RSE para con los colaboradores no equivale a fortalecer a la compensación. Los sueldos y salarios, aunque son un elemento importante para el colaborador, son solo una parte del conjunto de aspectos que juntos hacen que un empleado se sienta bien tratado por, y bien identificado con su empresa y, por ende, más productivo y comprometido. La situación económica y la alta inflación, así como el impacto de la retroactividad de las prestaciones, imponen serias limitaciones a lo que las empresas pueden hacer en cuanto a remuneración. Pero hay muchas cosas más que se pueden hacer. Analizar cuáles son las preocupaciones de los empleados (y sus familias) y determinar la capacidad de la empresa de sosteniblemente asistirlos, es una de ellas. Se pueden dedicar recursos a medir el clima organizacional y tomar acciones para estimular la confianza en la organización. Se puede ser creativo en mejorar beneficios no salariales. La lista es muy larga, limitada sola por la imaginación y buena voluntad del liderazgo de la empresa. Y la respuesta de un colaborador agradecido será también casi instantánea.

Asimismo, los esfuerzos realizados por un empresa por su comunidad tienen un retorno muy importante, particularmente si estos esfuerzos son comunicados efectivamente. Esto no es cinismo, es una realidad. “Lo que no se comunica no existe” reza el dicho, y una empresa merece que su comunidad, y por qué no, su país, se entere de sus contribuciones a la sociedad. Al hacer esto se está haciendo un servicio a los clientes, quienes prefieren, y esto está más que demostrado, adquirir bienes y servicios de empresas percibidas como socialmente responsables. Igualmente importante, se está haciendo también un servicio en educar a la sociedad tanto sobre la importancia de la RSE, como también sobre la importancia del sector privado y los libres mercados, conceptos en los que tanto creemos pero que tan poco promocionamos.

Resultados

Estas iniciativas las pueden llevar a cabo empresas de cualquier tamaño, y de cualquier sector. Lo importante es que la RSE se adopte como una parte esencial de la estrategia de la empresa, y no como algo implementado por conveniencia. Cada actividad, cada acción que lleva a cabo una empresa, tiene que ser analizada según su impacto en la sociedad, al igual que se analiza su rentabilidad y su mercado. Y que lo diga nada más y nada menos que uno de los gurúes de la gerencia, Peter Drucker: “la libre empresa no puede ser justificada porque es bueno para los negocios: solo se puede justificar siendo buena para la sociedad”.

En este momento, la empresa privada de Venezuela, que ya es muy buena para la sociedad venezolana, tiene que serlo aún mas. Nuestro país lo necesita urgentemente. B

Compartir en:

Facebook Comments