Venezuela frente a 2016: acostumbrándonos al último puesto

Es común que Venezuela figure en los rankings de la mayoría de organismos internacionales y firmas especializadas que siguen el tema económico como país líder por su mal desempeño. Nuestra economía no solo lidera los rankings como el país con la más alta inflación del mundo desde hace unos años sino que ahora también se suma a liderar la caída en términos de PIB no solo en América Latina sino incluso a nivel global

Por Asdrúbal Oliveros

Economista. Socio-director de Ecoanalítica
@aroliveros / @econalitica

En su más reciente informe, el Fondo Monetario Internacional (FMI) destaca sus distintas estimaciones sobre el desempeño económico a nivel mundial para los próximos años. En el caso venezolano, se estima una contracción económica del 8,0% para 2016, 5,0 pp menos que el promedio de la región (-2,0); a su vez, se estima una contracción cercana al 4,5% en 2017, año donde se espera un crecimiento promedio de la región cercano al 0,8%.

Asimismo, la última encuesta de Latinfocus proyecta que en 2016 Venezuela se contraerá 7,2% mientras que la región en promedio se contraerá 0,3%. Para 2017 el consenso señala que la región latinoamericana crecerá apenas 2,1%, sin embargo, Venezuela seguirá en los números negativos con una contracción del PIB de 1,1%. Si bien los números del FMI y Latinfocus no coinciden entre sí, dan a entender que Venezuela no escapará del mal desempeño económico, por lo menos, en los próximos dos años.

En cuanto al nivel de precios, para 2016, el FMI estima una inflación promedio de 481,5 % para Venezuela, un incremento de 300,6 pp con respecto a 2015 (180,9), la más alta a nivel mundial. Para 2017 se espera un salto importante al estimarse un monto cercano a 1.648,5% de inflación. Si bien este número parece “imposible” de alcanzar, no hay que olvidar que la inflación es uno de los tantos indicadores que refleja la inestabilidad macroeconómica de los países. Los próximos años para Venezuela serán turbios, impulsados principalmente por la inacción del sector político, el descontento social y el deterioro del aparato productivo.

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