55 años del discurso ‘I have a Dream’:

De cómo un miembro del equipo cambió la historia del mejor discurso del siglo XX

Luis Vicente García Giliberti

@LVGarciaG

Desde hace algunos años me he enfocado en conocer cómo se lleva a cabo un gran trabajo en equipo. Por supuesto hay muchos ejemplos prácticos de ello en donde queda reflejado que todos los integrantes del equipo son importantes pero que en ocasiones un solo integrante puede hacer una gran diferencia.

Una de las más grandes alocuciones del siglo XX casi nunca sucedió. El ya famoso discurso de Martin Luther King dado el 28 de agosto de 1963 frente al Monumento de Lincoln en la ciudad de Washington, DC, tenía como título “Normalcy Never Again”. Un discurso titulado «La normalidad nunca más» tenía un excelente mensaje; pero historiadores han señalado que hasta ese momento el Sr. King no había podido anticipar la capacidad transformadora de sus palabras.

Hoy este discurso es conocido por todos como “I Have a Dream” (“Yo Tengo un Sueño”). Luego de los primeros 13 minutos en los que King leyó su discurso y tras una larga pausa, se pudo haber escuchado a la cantante de Gospel Mahalia Jackson pedirle que les contara sobre el sueño, ese sueño del que MLK había venido hablando por varios años antes de la Marcha a Washington: «tell them about the dream, Martin! Tell them about the dream!». El tono, la fuerza y la inflexión del discurso de MLK cambiaron en ese momento de una forma muy importante y de una presentación política cuidadosamente pensada comenzó a dar una de las mayores expresiones de aspiración y esperanza que se han pronunciado en la historia, hablando desde su corazón. Los últimos cuatro minutos del discurso marcarían a esa fecha como un punto de inflexión en la historia de los Estados Unidos.

Casi un cuarto de millón de personas hace 55 años se reunió frente al Lincoln Memorial para escuchar a Martin Luther King, quien les habló de sus sueños, sus ideales y de cómo veía a la sociedad. En una de las frases más importantes del discurso dijo que se deben transformar «las discordias de nuestra nación en una bella sinfonía de hermandad». King pudo, en el transcurso de los últimos cuatro minutos de su discurso, tener una retórica que ha sido catalogada como “conmovedora, personal y persuasiva”. Y si bien la noche anterior al discurso, se dice que los asesores le recomendaron a King no decir nada de su sueño, la súplica de Mahalia Jackson, un miembro de su equipo, hizo de ese momento una gran diferencia y le permitió cambiar el rumbo de la historia.

Hoy al celebrarse los 55 años de este famoso discurso, recordamos una de las más famosas frases dichas por Martin Luther King y que sigue teniendo validez hoy día: «Tengo el sueño de que mis cuatro hijos pequeños vivirán algún día en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel sino por el contenido de su carácter».

 

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