Lorenzo Vigas: relator de historias a través de la gran pantalla

Lo que comenzó con aquellas “producciones raras para los demás” que hacía entre amigos, hoy, Vigas muestra su cine al mundo.  Con su largometraje “Desde allá” escribió la historia del cine venezolano, pues gracias a esta cinta resultó ser el primer director de Venezuela en ganar el León de Oro 2015 en el Festival de Venecia

Por Adriana K. Machuca

Dinámico, entusiasta, perseverante, perfeccionista y un tanto reservado.  Así se deja ver Lorenzo Vigas, un hombre sencillo que le obsesiona la paternidad, la ausencia de la figura paterna, aun cuando la relación con su padre, el artista plástico Oswaldo Vigas, fue óptima, pues lo describe como un padre presente, muy cercano en lo afectivo con quien contó siempre.  “Mi padre es mi inspiración más importante, no solamente como artista y como ser humano.  Como creador es sin duda mi primera inspiración.  Creo que conecté con el inconsciente colectivo latinoamericano, y esa ausencia del padre que es muy común y que las madres terminen solas criando a sus hijos. Luego se inicia la búsqueda de un padre sustituto que llene esa carencia, ese vacío y nos resuelva los problemas”, argumentó Vigas.

Lorenzo Vigas, nació en la ciudad de Mérida, Venezuela.  Tuvo su primera cámara de video a los 15 años, un regalo de sus padres que le sirvió para dar sus primeros pasos en el cine. En compañía de sus amigos, comenzó a realizar películas caseras. “Producciones raras para los demás”, según recuerda con frecuencia. Siendo el misterio el género preferido en los inicios del joven director que hoy puede jactarse de ser el primer venezolano en ganar el León de Oro del Festival de Venecia, gracias a su largometraje “Desde allá”, ahora nominada al Goya a Mejor Película Iberoamericana– la segunda parte de una trilogía sobre la paternidad que se inició con “Los elefantes nunca olvidan” y terminará con “La Caja”, otra cinta de ficción ya escrita que se desarrollará en México y que cuenta la historia de un joven de 16 años que va en búsqueda de los restos de su padre fallecido.

El Festival de Venecia lo recibió nuevamente en 2016 para cumplir con dos tareas: ser jurado de La Mostra y estrenar un documental que dirigió sobre la vida de su padre: “El vendedor de orquídeas”.  Una cinta que cuenta cómo el artista plástico fallecido, con 80 años de edad, recorrió los pueblos donde fue criado en busca de una pintura extraviada durante su adolescencia, para completar una exposición sobre los inicios de su carrera. Esa búsqueda no solo se convierte en un viaje de regreso hacia sus primeras inspiraciones artísticas, sino que será la oportunidad de confrontar a un capítulo de su juventud que lo marcó por el resto de su vida, definiéndolo como ser humano y como creador.

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