La oportunidad de Venezuela versus Latinoamérica

La competitividad de un país en el rubro que sea, queda supeditada a la inversión, planificación en mediano y largo plazo, así como la proyección del lugar a donde se quiera llegar, regional y globalmente

Por Reinaldo Pulido

@ReinaldoPulido

Y cuando hablamos de inversión, tiene que ver con el desarrollo de talento humano e infraestructura, que permita la proyección que antes menciono.

La actividad de los viajes y el turismo no escapa de este concepto, es más, está profundamente ligada a un pensamiento de esta índole.

Cuando analizamos cómo se ha desarrollado el turismo en los países de la región, si lo vemos en frío, uno se queda así: frío. Todos apostaron a lograr de una u otra forma, un pedazo de la torta, a mantenerlo, y ahora están compitiendo para incrementarlo.

Eso se nota diáfanamente cuando uno viaja a estos países, y logra ver que pudieron pasar de ser destinos prohibidos, sobre los cuales recaían “warnings” de seguridad para mercados europeos y norteamericano, donde ahora se recomienda ampliamente viajar.

Muchos de estos destinos eran un reducto de inseguridad, insalubridad, y donde estar en el casco histórico de la capital, era una apuesta arriesgada. Ciudades subyugadas a buhonería, prostitución, bandas criminales, guerrilla, narcotráfico, terrorismo, etc.  Hoy en día todas o casi todas, han logrado dar al traste con estas situaciones y se ofrecen al mundo como una alternativa válida, con estrategias que si bien tomaron una buena cantidad de años, ya han coronado logros y cambios fundamentales, los cuales, muy posiblemente dificulten el regreso a ese formato anterior de miseria e inseguridad.

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